lunes, 3 de julio de 2017

ILLUSIONS PERDUES de Balzac y GREAT EXPECTATIONS de Dickens ¿Novelas paralelas?


ILLUSIONS PERDUES de Honoré de Balzac y GREAT EXPECTATIONS de Charles Dickens pueden considerarse dos novelas paralelas. Aunque muestran las diferencias entre los dos autores y entre las sociedades que retratan: Francia hacia 1840 y Gran Bretaña hacia 1860.


ILUSIONES PERDIDAS
INTENTO FRACASADO DE TRIUNFAR EN SOCIEDAD

Honoré de Balzac publicó las tres novelas que componen ILLUSIONS PERDUES (LES DEUX POÈTES, UN GRAN HOMME DE PROVINCE À PARIS y ÈVE ET DAVID), entre 1837 y 1843. Forman parte del vasto conjunto de novelas, que Balzac agrupó en su COMMÉDIE HUMAINE, concretamente, entre las SCÈNES DE LA VIE DE PROVINCE.

ILLUSIONS PERDUES narra los intentos por triunfar (y el fracaso) de Lucien Chardon, joven francés de provincias, que viaja a París en busca de gloria literaria y triunfo social. Sus esperanzas se ven frustradas por el mundo editorial y periodístico. Su afición al lujo y el fasto cortesano le arruinan. Sus  “Ilusiones” acaban “perdidas”, como las de tantos jóvenes de clase media con aspiraciones literarias y sociales … Como Balzac. En contraste con ese fracasado recorrido, en busca de gloria, riquezas y posición, Balzac evoca el modelo de virtud provincial e industriosa, que es la familia de Lucien: su hermana Ève y David, el marido de ésta, burgués inventivo, trabajador y generoso ... que también se arruina. 

GRANDES ESPERANZAS
O LA HONRADEZ RECOMPENSADA

Charles Dickens escribió GREAT EXPECTATIONS en 1860 y 1861. La publicó, en una revista literaria, por capítulos semanales. La historia tiene elementos autobiográficos.
GREAT EXPECTATIONS narra el camino, lleno de dificultades y de sorpresas, de un niño (y después joven) de clase artesana de provincias, Philip Pirrip, para escalar en la vida social británica de mediados del S. XIX. Sus intentos por tener un trabajo honrado, entre la burguesía comercial e industrial de los “condados”, primero, y en Londres, después, dan resultado. Sus buenas acciones desinteresadas le traen premios inesperados, que le permiten afianzarse en una posición media. Sus “esperanzas” acaban siendo “grandes” realidades.


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REMBRANDT VAN RIJN

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